Reseña Maus, de Art Spiegelman

 MAUS | Art Spiegelman | Resrvoir Books

Por medio de gatos nazis y ratones judíos, el reconocido ilustrador Art Spiegelman relata la terrible experiencia de su padre en Auschwitz y a su vez proyecta la compleja convivencia de una familia marcada por los horrores del Holocausto. Una historia hipnótica y agridulce que se convirtió en el primer cómic en recibir el premio Pulitzer en 1992.

¡Ahí va! Sí, estoy por aquí, pero no os acostumbréis porque aún me queda lo peor (aunque no sé si ya puede ser peor). Para hoy os traigo la reseña de un libro que me ha marcado y que me ha emocionado hasta saciarme. Lo encontré en la zona de novedades de biblioteca de la escuela y fue como un flechazo a simple vista. ¡Corrí a por él! Por eso, es otra reseña de la sección Leyendo en la uni. Si no lo habéis leído, debéis hacerlo porque merece la pena totalmente. Y ahora os dejo con la reseña. 

Algo bueno que tiene hacer una reseña de un libro como Maus es que puedo no tener cuidado con soltar spoilers porque todo el mundo sabe lo que pasó. Puedo decir sin más que durante el holocausto nazi mataban judíos. Y sí, es tan fuerte como parece, tan fuerte como suena y tan fuerte como Artie Spiegelman nos lo cuenta en esta novela gráfica. 

En este cómic, Art nos cuenta todo lo que su padre le contó a él sobre cómo sobrevivió al holocausto y qué fue lo que ocurrió allí en Auschwitz. Los franceses son cerdos, los alemanes son gatos, los americanos son perros y los judíos son ratones. ¿A qué parece cuqui y bonito? Pues de eso no tiene nada. Hay escenas muy fuertes que os comentaré ahora, y se ve tan real que ya os digo que emociona mucho. No es una historia para sensibles. 

Tal como empieza la novela, conocemos a Artie, Vladek, Anja y Françoise. Artie, a parte de ser el autor, es el hijo de Vladek, un hombre que ya está mayor y le cuenta a su hijo qué fue lo que vivió. La relación entre Artie y Vladek no es muy buena porque digamos que el padre es un poco cascarrabias y de la hermandad del puño cerrado. A través de lo que Vladek va contando a su hijo, ambos van uniéndose más y conociéndose mejor. Tampoco iba a ser todo sobre el holocausto. Anja es la madre de Art, pero de ella solo conocemos recuerdos porque en el momento del libro ya ha muerto. Anja es un personaje que me ha gustado porque fue una mujer luchadora y que no se rindió, a pesar de vivir todo lo que vivió. Françoise es la pareja de Artie, ella es quien le va aconsejando para que vaya mejor su relación con Vladek.

Vladek nos cuenta cómo los alemanes empezaron a marginar a los judíos, simplemente porque los creían inferiores y cómo poco a poco fue llegando a los campos de exterminio nazi. Entre todas estas sucesiones de cosas que uno dice "no tiene sentido alguno que piensen eso y hagan eso" hay algunas cosas que me emocionaron más que el resto. Por ejemplo, se cuenta que a los niños pequeños los estrellaban contra la pared para matarlos... Es que me parece algo increíble. Como decía antes, marginan a los judíos creyendo que son peores que ellos cuando todos al fin y al cabo somos iguales. Somos humanos, y no hay mejores o peores humanos. Es muy fuerte leer cómo tenían que esconderse para que no descubrieran que eran judíos, cómo, si les daban un trozo de pan mal hecho, tenían que estar súper agradecidos con los nazis, y cómo iban muriendo de muchos en muchos por el simple hecho de no ser de raza aria.

Relacionado con lo anterior, tengo que destacar una conversación de Artie con un psicólogo que también sobrevivió al campo de concentración.

Pavel: Entonces te parece admirable sobrevivir. ¿Te parce que NO es admirable NO sobrevivir?
Art: Uf. Creo que le entiendo. Como si vivir significara ganar y morir, perder.
Pavel: Sí. La vida siempre elige el lado de la vida, se culpa a las víctimas. Pero no sobrevivieron los MEJORES, ni murieron los mejores. ¡Fue al azar! 

Esta parte me ha parecido unglaublich. Lo leí y los vellos se me levantaron. En serio, toda la razón. Haber sobrevivido a semejante calamidad es muy admirable, pero eso no quita que los que murieran no merezcan nuestra admiración. Solo por haber soportado que les hicieran algo, se merecen todo.

Lo que más bonito me pareció fue que a pesar de todas las barbaridades que les hacían a los judíos, algunos de ellos nunca perdieron la esperanza. Algunos creían que cuando acabara la guerra, todos se salvarían y otros simplemente querían creerlo. Ese es el caso de Vladek y Anja. A pesar de todo, nunca perdieron la fe.

Algo que me sorprendió fue que cuando el frente de la guerra se acercaba a donde estaban los campos de judíos, intentaban quitarlos para que no se dieran cuenta. Ya es muy fuerte que hicieran estas cosas, pero más fuerte es que les diera vergüenza hacerlo, porque sabían que era horrible y les daba igual.

Creo que lo que se plantea en esta novela merece una lectura donde se vaya viendo todo lo que hay y todo lo que el autor pretende contarnos. Hay muchas emociones. Muchas. Y personalmente, hasta se me saltaron las lágrimas en algunos momentos, porque de verdad, es muy fuerte. Quizá no os guste leer este tipo de libros porque creáis que es demasiado cruel, pero yo pienso que hay que darle una oportunidad porque saber lo que ocurrió merece la pena.

Y bueno, que lo leáis y fin. No hay más.

Espero poder escribir más a menudo y que sigáis por aquí 💗

Carla.